jueves, 26 de febrero de 2015

Y TÚ ¿Quién eres?


¿Te lo has preguntado alguna vez? "¿Quién soy?".
No, no es una pregunta habitual que nos hayan enseñado en casa o en el colegio. Nadie nos ha enseñado a preguntarnos cuestiones que nos hagan pensar y elucubrar posibilidades, que nos sean útiles y que construyan puentes en lugar de muros (con nosotros mismos y con los demás). 
Si partes desde ti, desde tus valores, desde tu identidad, desde tu manera de ser y estar en el mundo, todo parece más ameno, más sencillo, más auténtico. Simplemente porque lo eres.
Un excelente desarrollo profesional requiere un profundo y continuo desarrollo personal.

 "Podemos tener más de lo que tenemos 
porque podemos convertirnos en más de lo que somos"
Jim Rohn


Para saber dónde queremos llegar, qué queremos hacer, qué queremos comunicar, cómo lo hacemos, qué queremos ofrecer al mundo, etc, etc… propongo empezar por nosotros mismos, por nuestra propia e intransferible identidad individual.
Las personas que habitualmente “fallan” en su propio marketing personal, son las personas que están lejos de sí mismas… que no se conocen, que no han desarrollado un trabajo personal profundo y sí, porque no, también terapéutico. Son personas que al no cultivar y desarrollar sus talentos, al no ir puliéndose las posibles incongruencias y no ser de manera certera autocríticas consigo mismas, al no mirarse hacia dentro, pierden totalmente el concepto de sí mismas y por tanto quedan lejos del propio sentido de su vida. Son los llamados "hombres grises" de Momo.
Por eso mismo, para no ser clones ni "grises" y marcar la diferencia desde lo mejor de nosotros mismos,  realizar un trabajo personal de autoconocimiento y antodescubrimiento resulta vital para tomar consciencia de que todo lo que hagamos y el proceso estratégico en el que lo llevamos a cabo sea congruente con nuestra manera de ser y estar en el mundo, tenga que ver con nuestros valores y nuestras creencias y esté alineado en nuestra manera de percibir la realidad y de relacionarnos con ella. Si no tienes, todavía, un profundo sentido de tu propia identidad, de quién eres, ponte a ello, de hecho, será lo que marque la diferencia respecto a tus “competidores”.

"No sólo es que la respuesta está en ti,
es que la respuesta eres tú"
Dr. Mario Alonso Puig

En los procesos de selección de personal ya no buscan tanto las capacidades (lo que sabes o no hacer, las habilidades, los estudios...) como los talentos (el potencial que tienes, las habilidades a aprender nuevas habilidades y recursos, tu actitud, tu manera de gestionarte el estrés, la adversidad y los conflictos…) y eso tiene mucho más que ver con lo que eres, que con lo que haces. Y lo que eres tiene mucho más que ver con lo que te has “trabajado” tú que la infinidad de empleos que hayas podido tener. No sé si es una buena noticia para ti, sin embargo ya no es una tendencia, es una realidad. Cuando puedas… a tu ritmo, busca el momento y la oportunidad vendrá, empieza a invertir en ti, eres la única persona de la que no puedes prescindir.

Eres único. 
Piénsalo bien. No hay dos como tú.

 Cuando una identidad (empresarial o personal) está bien trabajada desde el autoconocimiento, el desarrollo y mejora continua,  encontrar la manera de llegar a los demás a través de una estrategia de marketing o a través de una marca (también tu marca personal) es bastante más sencillo, porque, entre otras cosas, aunque hay que seguir trabajando en la mejor versión de uno mismo, los acontecimientos empiezan a suceder, y las oportunidades empiezas a aprovecharlas sin perderte en el camino de tu propósito vital. Cuando trabajamos nuestra identidad, descubrimos nuestra misión (lo que queremos para nosotros y para compartir con los demás), nuestros talentos que nos hacen únicos y nos mantenemos enfocados en que eso que queramos, sea. También nos permite tener claro hacia dónde nos queremos dirigir y nos enfocamos en ello, nos mantenemos abiertos a las oportunidades que se nos van presentando y eso nos permite ir posicionándonos frente a la competencia (u otros candidatos en un ascenso o puesto laboral).

 "No hay tanta competencia en los niveles de excelencia; 
 la competencia la hay en los niveles de mediocridad."
David J. Schwartz


Un sentido de nuestra propia identidad, trabajada y empoderada, nos permite muchas más habilidades para saber qué impronta queremos dejar en los demás y a partir de ahí empezar a crear nuestra propia marca personal y nuestra manera de comunicarla.

Pero eso es otra historia... lo dejo para otro post.
Gracias por leerme.




sábado, 7 de febrero de 2015

La importancia de marcarse objetivos



Cuando en alguna de mis charlas y cursos hablo de la especificación de objetivos y de lo vital que es funcionar por metas y propósitos, algún que otro alumno ha presentado resistencias al respecto alegando que eso está lejos del "dejarse fluir por la vida".
Sin embargo, es precisamente cuando aprendemos a funcionar por objetivos (aunque pueda sonar "frío") cuando empezamos a "fluir" con la vida, porque, por una parte, vamos tomando consciencia de nuestros recursos y eso nos hace sentir que podemos alcanzar nuestras metas, y por otra, aprendemos a pensar en posibilidades y eso nos hace sentir que hay muchas opciones, maneras y oportunidades para conseguirlas.
Si no nos marcásemos objetivos... ¿para qué un plan? ¿para qué pasar a la acción? ¿para qué pensar creativa y estratégicamente? ¿para qué marketing personal?

"La búsqueda de un objetivo trae orden a la consciencia porque una persona debe concentrar su atención en la tarea que está llevando a cabo y olvidarse momentáneamente de todo lo demás."
Mihaly Csikszentmihalyi 
(precisamente en su libro Fluir expone así las experiencias del flujo)

Según lo que queramos conseguir usaremos unas estrategias u otras, desarrollaremos unas habilidades u otras, nos comportaremos de una manera u otra, usaremos un tipo de palabras y tono de voz determinados y desarrollaremos unas estrategias de comunicación específicas.
En comunicación como en el arte, no todo vale... o todo vale según el resultado que queramos conseguir (teniendo en cuenta las consecuencias y pensando sistémicamente, como ya hemos hablado.)

LOS OBJETIVOS
A menudo, eso de marcarse objetivos no es tan complicado; sin embargo, donde muchas personas encuentran sus propias resistencias y echan marcha atrás, es ante la responsabilidad y el compromiso que supone ponerse manos a la obra y pasar a la acción para conseguirlos.
Resulta relativamente fácil (o no tanto para algunos) decir "Yo quiero esto", lo que no resulta tan sencillo es estar dispuesto a pagar el precio oportuno para conseguirlo, como puede ser practicar la paciencia con nosotros mismos e ir preparándonos, mantener la motivación óptima para seguir con nuestro plan, saber fortalecernos ante la adversidad, la inversión de energía, atención y tiempo, etc.

Emprender hacia nuestro objetivo es como navegar hacia nuestra tierra prometida, nunca sabemos qué ocurrirá durante la travesía.
El plan de acción, es lo que nos marca la ruta para no perdernos en la inmensidad del océano.

No, según mi experiencia, muchos decaen en este punto. La palabra "compromiso" les aterra y se siente atados y condicionados, aún incluso, cuando conectan con sus propios recursos y se visualizan consiguiendo lo que quieren.Se atemorizan. Posiblemente una mala experiencia del pasado nos llevó a un resultado no deseado y eso dejó impronta en nuestra vida, haciéndonos creer que nunca más conseguiríamos lo que nos propusiéramos. Otros, no obstante, les cambia la cara, se les relajan los músculos y sonríen al conectar con su propio empoderamiento, ideando el principio de un plan de inmediato. Sí, marcarse objetivos y emprender para alcanzarlos, empodera, nos hace pensar que podemos y nos abre la perspectiva de creer en nosotros mismos y en nuestro potencial.

En PNL trabajamos cómo podemos cambiar el recuerdo de la impronta que dejó en nosotros una experiencia de "fracaso" en la intentona de alcanzar algún propósito; practicamos la habilidad de elicitar estados de recursos que nos haga sentir poderosos y merecedores de alcanzar cualquier meta que no propongamos. Ya no es sólo, los recursos de los que disponemos hoy (materiales, económicos, físicos, emocionales, intelectuales, creativos, humanos, etc), es que también tenemos el gran recurso de aprender nuevos recursos para alcanzar nuestro objetivo e, incluso, ir más allá.

Como me dijo alguien una vez, todo está en tomar consciencia. En tomar consciencia de lo que queremos en nuestras vidas, en tomar consciencia de nuestros recursos, en tomar consciencia del entorno dónde los queremos desarrollar, en tomar consciencia del momento (si es oportuno o no), de darnos cuenta con qué personas podemos contar y con quienes no... Si no tomamos consciencia de nuestros puntos a mejorar no podemos cambiarlos para enriquecer nuestra vida y crear relaciones más armoniosas, con nosotros mismos y con los demás. Al fin y al cabo, la esencia del marketing personal es llevarse bien con uno mismo para llevarse bien con los demás y crear red de cooperación y colaboración, cuando más amplia mejor. Solamente que durante el proceso, vamos tomando consciencia, con quienes queremos conseguir nuestro propósitos y con quienes no, porque siempre habrá saboteadores que pretendan boicotear nuestros sueños. Ni caso.

"Si tú no trabajas por tus sueños alguien te contratará para que trabajes por los suyos"
Steve Jobs


La vida no son sólo objetivos, pero sin objetivos no podemos vivir. Latirá nuestro corazón, pero nos sentiríamos vacíos. Sin objetivos quedamos como veleta al viento sirviendo a las expectativas de los demás. 

DISEÑAR LOS PLANES
Cuando planificamos una serie de acciones para conseguir un propósito es importante adaptar el plan y la estrategia a la realidad cambiante que nos está tocando vivir, convirtiendo el plan en una gran ventaja competitiva por sí mismo. Por eso debemos diseñar un plan flexible que se adecue a los posibles imprevistos y adversidades, mucho mejor que un plan estricto y rígido que nos evite fluir con los acontecimientos, puede producir estrés innecesario, agotamiento moral y falta de motivación; eso no es útil y tampoco es ecológico si nos vamos dejando la salud por el camino.

Los planes pueden ser para corto, medio y largo plazo, y en cualquiera de los casos llevarlos a cabo supone siempre, en sí mismo, todo un proceso de aprendizaje, experiencia y creación de nuevos recursos.

Lo que en PNL llamamos LA FÓRMULA DEL ÉXITO, es un eficaz planteamiento para motivarnos a pensar en "objetivos", "plan" y "recursos":

Se le llama así porque siempre funciona. 
Nos planteamos un objetivo cuando deseamos cambiar de un estado presente a un estado deseado. En PNL (al menos así lo aprendí yo) hablamos de un estado "presente" cuando nos referimos a un estado (emocional, social, financiero, de pareja...) poco satisfactorio que nos invita a salir de nuestra zona de confort y ponernos en marcha hacia un estado futuro dónde nos sintamos más realizados, felices, satisfechos, etc. Para ello disponemos de los ya mentados recursos y los ponemos a trabajar a nuestro favor, poniendo en marcha todo un mecanismo POPS (Probar. Operar. Probar. Salir), en el que el aprendizaje por ensayo/error nos da información útil de si vamos bien, acercándonos hacia dónde queremos, o si nos conviene retomar los recursos, usarlos de diferente manera o crear unos nuevos. 
Es importante tomar consciencia de dónde partimos para diseñar un plan lo más oportuno, ajustado y conveniente posible y dirigirnos hacia dónde queremos estar. Si quiero ir a París no me planificaré el viaje de la misma manera si estoy en Toulouse que si estoy en China; los recursos, los tiempos, el coste económico, los medios de transporte que use serán diferentes, porque la estrategia para llegar allí así lo requiere.
A la hora de diseñar nuestro propio Plan de Marketing Personal es importante tomar consciencia que, como decimos en PNL "no hay fracasos, sólo hay resultados" e información útil de la que podemos aprender para mejorar y seguir probando nuevas estrategias. Entonces la puesta en práctica del plan se convierte en un camino dónde vamos alcanzando pequeñas metas que nos indican que nos vamos acercando a nuestro gran propósito; esto supone una fuente de automotivación constante para seguir la aventura y no decaer en el intento.

"Lo importante no es llegar a la cima, sino seguir subiendo"
Walt Disney

Si todo esto lo aplicamos a la misma aventura de vivir, el propio plan de marketing personal se puede convertir en el propio plan de vida para llegar a ser la persona que queramos ser.

Y llegados a este punto... ¿Cuál es tu objetivo? ¿Qué quieres para ti y para la gente que te rodea? ¿Qué vas a hacer? ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Cuál será tu siguiente paso?

Un buen comienzo es empezar a sentir lo que realmente quieres.

¡Gracias por leerme!