lunes, 21 de marzo de 2016

Saber decir que "NO"





"A veces hay que saber renunciar a lo bueno para obtener lo mejor"

Este fue uno de mis grandes aprendizajes mientras me reciclaba en el Master Practitioner en PNL allá por el 2009.

Otro fue aprender a decir "NO". Breve palabra y tan difícil de pronunciar a veces.

Cuando mi niña empezó a hablar, su primera palabra fue "mamá", la segunda, "papá" y la tercera cosa que dijo fue: "tú, no". Entonces pensé: "Cuanta razón tienes, mi amor, cuantos disgustos me hubiera ahorrado yo en esta vida si esas dos simples palabras las hubiera sabido juntar y expresar en más de una ocasión". Una gran maestra y a penas sabía andar.

En la gran mayoría de las familias nos han educado para decir "Sí", para hacer caso a los demás, para satisfacer las necesidades de otros, a ser "buenos chicos" y ha ser obedientes.
A nivel social queda muy bien, pero llega un punto que nos mostramos tan complacientes y tan atentos a cumplir con los deseos de los demás que nos olvidamos de nosotros mismos. Nos vamos alejando de lo que llamamos en PNL "nuestro centro", y empezamos a perdernos de vista en nuestra  perspectiva de la realidad. Vivimos con los demás y para los demás... y cuando nos damos cuenta... ¿Qué ha sido de mí? ¿Donde estoy en mi panorama actual?... Y es muy probable que ni me "vea", ni me sienta... y haya dejado de "velar por mí". Porque nos han enseñado que eso de pensar en uno mismo está de más y es de ser "egoístas". Entonces puede venir alguna crisis, algún tipo de cambio abrupto y repentino que nos desequilibra y nos hace sentir que el suelo se derrumba a nuestros pies... Y de repente, la nada.
Ni nos vemos ni nos ven. Y en el mundo actual, si no te ven no existes... y si no te ves tú a ti mismo, va a resultar misión imposible hacerte ver a los demás. Importante saberte definir para posicionarte en tu vida... y en el mercado. E importante saber renunciar a otras cosas para velar por ti.


 "De nadie estamos más lejos que de nosotros mismos"
Nietzche


Saber decir que NO implica carácter, personalidad fuerte y tener las cosas claras; y eso, innato o no, también se puede aprender.
El sentimiento de sentirse excesivamente "atado" -en el trabajo o por algún compañero o jefe, en la familia por la multitud de responsabilidades, en la pareja que nos puede absorver más de lo que estamos dispuestos, en los círculos sociales que nos reclaman-, nos puede pasar factura e incluso afectar a nuestra salud, cargarnos de kilos extras de estrés, y dañar potencialmente nuestra marca personal, elocuencia y nuestro propio saber ser y estar.  Por eso es importante saber priorizar y aprender a renunciar a cosas para facilitarnos el acceso a otras; saber decir que NO es saber renunciar a tareas, proyectos, personas, (o posponerlos) con el fin de enfocarnos en nuestras prioridades y saber gestionarnos la energía vital.

Entiendo que haya personas a las que les pueda resultar tan goloso sentirse reclamado por los demás,  y así, sentirse tan importantes y útiles... (¡ese pequeño gran ego!) pero con el paso del tiempo el desgaste emocional, mental y físico es inevitable. Entonces se presenta como urgente el aprender a priorizar, a elegir, a decidirse... y toda decisión implica una renuncia.


 "Aprende a decir "no" con frecuencia. 
Es la única manera de enfocarte en tu prioridad y ver resultados."
Mariela Dabbah


Cuando en PNL trabajamos la especificación de objetivos vamos tomando consciencia de qué es lo que queremos, cómo lo podemos conseguir, por dónde ir, por dónde no, con quién sí y con quién no. 

El NO tiene poder. Nos facilita orientarnos hacia el SÍ, y nos ayuda a desechar ideas, alternativas y tentaciones que posiblemente nos puedan desviar y entretener de nuestra meta o propósito, tanto a corto como a medio o largo plazo. 

Decir NO no es decir NUNCA. No, necesariamente. Puede ser un NO "de momento", puede ser un "espera", puede ser un aplazamiento de algo, porque cuando hacemos algo útil en el momento adecuado, su eficacia y su impacto se multiplica exponencialmente. 

El NO nos ayuda a poner límites, a los demás y también a nosotros mismos. Es un ¡Basta ya! que nos posiciona cuando nos dejamos llevar por la inercia durante demasiado tiempo y nos perdemos entre la rutina y la vorágine de la cuotidianidad... Es un ¡Stop! cuando nos difuminamos con nuestro entorno y los demás... Un NO a tiempo, puede ser un volver a nosotros, sin más intención.

Si nos desgastamos demasiado, dejamos por el camino parte de lo que somos y de nuestras habilidades de  estar con los demás; dejamos de estar al 100%, dejamos nuestra presencia y poder difuminados y sin color. Eso afectará a nuestra propia marca y marketing personal, afectará a nuestras relaciones y a la imagen que improntemos en los demás. De nada nos sirve desgastarnos ahora, si nos esperan meses de labor por delante, por eso es importante saber negociar con uno mismo, y saber renunciar hoy, para retomar, en el caso que fuera necesario, más adelante. Y no pasa nada.


 "Cuando se sabe decir que "no", 
el "sí" tiene un sabor muy distinto."
Alejandro Jodorowsky 


Decir NO es una manera de disfrutar del Sí, de reafirmarnos en nuestras decisiones, de posicionarnos ante la adversidad y mantenernos congruentes con nuestros valores y creencias. Quién quiera lo entenderá, y quién no, serán absurdas las miles de explicaciones.

Gracias por leerme, una vez más.