lunes, 3 de abril de 2017

Entrenamiento mental eficaz




He podido asistir a varios talleres y seminarios respecto a la importancia de programarse mentalmente para tener éxito en los propósitos que nos planteemos, bien sean estos conseguir sosiego en nuestra vida cotidiana, dejar algún hábito nocivo, descubrir una pasión, desarrollar un proyecto, etc. El proceso va más allá de simplemente “mentalizarse” o pensar en positivo para conseguir vencer miedos y resistencias que nos impiden, sencillamente, conseguir lo que queremos, y finalmente, ser más felices. 
Alcanzar los  objetivos que nos vamos marcando a lo largo de nuestra vida forma parte del proceso de empoderamiento personal que nos permite reafirmarnos en que somos capaces y nos merecemos conseguirlos. Esto tiene más efectos positivos sobre nuestra biología y sistema de creencias, de lo que nos pensamos, porque nos refuerza a nivel celular y esto se refleja en creer más y mejor en nosotros mismos y en nuestros recursos y capacidades.
Una pregunta que a mí me resulta útil es  ¿Cómo quiero yo que sean las cosas?

Hace poco asistí a unas de las intensas jornadas que presenta Toni Pons  (mentalista, hipnólogo y, yo diría, que incluso mago),  a través de su programa ON ADVANCED. En estos eventos los asistentes tenemos la oportunidad de practicar el estado de trance, visualizar nuestras metas y empoderarnos tanto para alcanzarlas como para disfrutar durante el camino y atender y responder eficazmente a las posibles adversidades o imprevistos que nos podamos ir encontrando.


 "La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional un fiel sirviente.
Hemos creado una sociedad que honra al sirviente y ha olvidado el regalo"
Albert Einstein


Esta re-programación la trabajamos a nivel semi-inconsciente, dejándonos guiar por Toni, para crearnos anclajes de poder y empezar a activarnos neuronalmente para conseguir nuestras metas.
Fue muy interesante, entre otras cosas,  por la diversidad de propósitos que algunos asistentes compartieron con el resto; desde dejar de fumar, sin esfuerzo y de manera tranquila, hasta descubrir una verdadera pasión: pilotar un barco. ¡Ahí es nada!
También hubo personas que expusieron su caso de que habían conseguido “quitarse la ansiedad”; otros que consiguieron elevar su autoestima y  otros que conseguían, de nuevo, dormir y descansar profundamente por las noches.
El común denominador fue que todos habían conseguido mejorar su calidad de vida; al sentirse mejor con ellos mismos, y tras vencer algunas resistencias internas, respondían mejor en el día a día, y se sentían más satisfechos de sus logros. Eso, querido lector, empodera ya por sí mismo; sólo que, para conseguirlo, uno también debe de “entrenarse”.
Entrenar la mente implica disciplinarse en practicar, practicar y practicar, y desarrollar la destreza de reconducir los pensamientos "nocivos" que en lugar de motivarnos y acompañarnos en conseguir nuestros sueños, nos frenan y nos limitan.
El estrés, las prisas, las tensiones y la ansiedad (entre otros factores), obstruyen la comunicación celular de nuestro cuerpo, y evitan que nuestras neuronas hagan las sinapsis oportunas para percibir,  pensar, procesar la información exterior de manera discernida y poder reaccionar ante su entorno de la manera más saludable posible. Cuando hay tensión la comunicación no fluye bien; esto ocurre entre personas, y también en el sistema neuronal y celular de nuestro cuerpo.



“Los pensamientos positivos tienen un gran efecto sobre nuestro comportamiento y los genes, 
pero solo cuando estamos en armonía con la programación subconsciente. 
De igual modo los pensamientos negativos tienen también un poderoso efecto. 
Cuando comprendemos que estas creencias positivas y negativas controlan nuestra biología podemos utilizar ese conocimiento para forjarnos una vida saludable y feliz.
Bruce Lipton




Toda esta experiencia me dio pie a pensar que también la programación mental saludable contribuye muy favorablemente a nuestro marketing personal. Si pensamos con claridad, nos comunicamos internamente de manera eficaz y tomamos más control sobre nuestra interacción con los demás y con el mundo, parece que la vida se vuelve más sencilla, todo fluye de manera natural, y todo se vuelve como más liviano. Pero esto no es tarea fácil… O tal vez sí.
Es como todo en la vida cuando queremos aprender algo, buena dosis de disciplina. Toni, también advierte sobre esto, y estoy completamente de acuerdo, por experiencia propia:  no basta con acudir a que un maestro en la materia nos “inyecte” unas cuantas dosis de “empoderamiento mental”, de “positivismo” o de motivación, con los que nos vamos a casa sintiéndonos los reyes del Bambo.
¿Y por qué? Por que como cada cosa que queramos conseguir, la constancia es un valor a tener en cuenta. Podemos salir muy “puestos” de este tipo de seminarios o formaciones, pero si el día a día no lo practicamos, poco  a poco vamos desinflándonos, perdiendo gas y ganas… y esto probablemente nos lleve a la frustración, incluso a la desidia. Que más da
Lo interesante viene después de “formarnos” y aprender a re-programarnos. Después de conseguir este estado de empoderamiento y entrenamiento mental el verdadero reto es mantenerlo, y para ello hay que practicar y “educar” a nuestra mente para que se entere de que a partir de ahora queremos las cosas de otra manera. Eso implica entrenar otra manera de pensar. La práctica será lo que  haga que aprendamos a auto gestionarnos internamente, y una mente bien entrenada se convierte en emociones saludables.

“No hay que controlar nuestras acciones, 
hay que aprender a controlar nuestro pensamientos”  
Toni Pons

Gracias por leerme.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario